Satanás fue creado originalmente como el ser más elevado entre los criaturas morales de Dios, aunque hay un abismo de diferencia inmensurable entre este príncipe de los seres creados por el Señor y las tres Personas de la Deidad, las cuales no fueron creadas y existen en sí mismas para siempre.
A. LA PERSONALIDAD DE
SATANAS
Puesto
que Satanás no se manifiesta en forma corpórea, el hecho de su existencia debe aceptarse,
como en el caso de la Divinidad y de todas las huestes angélicas, a base de la
evidencia ofrecida en las Escrituras. Cuando se considera esta evidencia
notamos lo siguiente:
1. SATANÁS
FUE CREADO COMO UNA PERSONA. En Colosenses 1: 16 se
declara que la creación se llevó a cabo por Cristo y que «todas
las
cosas que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles,
sean
tronos,
sean dominios, sean principados, sean potestades», todo fue creado por El y
para
El. El tiempo de la creación de los ángeles no es revelado más allá del hecho
de
que
este evento precedió probablemente a la creación de todas las cosas materiales
y
que a
su vez fue precedido el mismo por la existencia eterna de Dios, de la cual se
da
testimonio
en Juan 1:1-2.
Entre
todas las huestes celestiales sólo hay un ser cuya creación se menciona en particular:
Satanás. Esto indica la supremacía de la que él disfruta respecto a todas las criaturas
invisibles de Dios.
En
Ezequiel 28:11-19 leemos la lamentación que se dirige al «Rey de Tiro»; pero si
bien es cierto que este pasaje podía tener una aplicación inmediata y parcial
al rey de esa ciudad, es evidente también que las palabras del profeta tienen
en vista al ser que es supremo entre todas las criaturas de Dios, pues del
personaje aquí mencionado se dice que «está lleno de sabiduría, y acabado en
hermosura»; que había estado «en Edén, en el huerto de Dios» (probablemente el
primitivo Edén de la creación original de Dios, y no el Edén de Génesis 3); que
fue creado según el plan divino y ungido como el querubín sobre el monte santo,
el cual, de acuerdo al simbolismo bíblico, representa el trono o el centro
donde Dios ejerce su poder en el gobierno de todas las cosas. Esta descripción,
que no podría corresponder a la persona y experiencia de ninguno de los reyes
de Tiro, es posible aplicarla solamente a Satanás, tal como él era antes de su pecado
y de su correspondiente caída del lugar que había ocupado.
2. SATANÁS DESEMPEÑA TODAS LAS FUNCIONES DE UNA
PERSONA. De las muchas porciones bíblicas que ponen de
relieve la personalidad de Satanás pueden
notarse las siguientes:
A) Isaías 14: 12-17.
Contemplando a Satanás como si estuviera ya terminada su carrera y como si
hubiera sido ya definitivamente juzgado en el fin de los tiempos, el profeta le
da el título de «Lucero, hijo de la mañana», y lo trata como a un ser que ha
caído de su estado original y de su primitiva gloria. El que «debilitaba a las
naciones» (v. 12) es también culpable de haber opuesto su propia voluntad a la
de Dios en cinco particulares aquí revelados; y tanto en este pasaje como en
Ezequiel 28:15 se dice que el pecado de Satanás fue un propósito secreto que
estaba escondido en lo profundo de su corazón, pero que Dios lo descubrió y lo
reveló (cf. 1 Ti. 3:6).
B) Génesis 3:1-15. Es por los eventos
narrados en este pasaje que Satanás recibió el título de «Serpiente», ya que
fue por medio de la serpiente que él se manifestó a Adán y Eva. Cada palabra
por él pronunciada y cada designio que él revela en esta historia de la caída
de nuestros primeros padres es una evidencia de la personalidad de Satanás (cf. 2
Co. 11:3, 13-15; Ap. 12:9; 20:2).
C) Job 1:6-12; 2:1-13. Una
revelación peculiar de estos pasajes es que Satanás tiene acceso a Dios (cf.
Lc. 22:31; Ap. 12:10) tanto como a los hombres (Ef. 6:10-12; 1 P. 5:8), y que
él manifiesta todas las características de una verdadera personalidad.
D) Lucas 4:1-13. La
personalidad de Satanás se revela también cuando se enfrenta en el desierto con
el Hijo de Dios, quien es el postrer Adán. El que había ambicionado ser «semejante
al Altísimo» (Is. 14:14) y que había recomendado este mismo propósito al primer
hombre (Gn. 3:5), está ahora ofreciendo todas sus posesiones terrenales a Cristo,
con la condición de que El se postre a adorarlo. La autoridad y el poder que Cristo
rechaza en esta ocasión serán recibidos y ejercidos en el futuro por el
personaje que las Escrituras denominan el Hombre de Pecado (2 Ts. 2:8-10; 1 Jn.
4:3).
E) Efesios 6:10-12. La táctica
de Satanás y su lucha contra los hijos de Dios se presentan en este pasaje como
una prueba positiva de la personalidad de tan poderoso enemigo. Las Escrituras
no dicen que Satanás esté guerreando contra los hombres no regenerados; ellos
le pertenecen y, por lo tanto, están bajo su autoridad (Jn. 8:44; Ef. 2:2; 1
Jn. 5:19).
B. EL PODER DE SATANAS
Aunque
Satanás se encuentra moralmente caído y ya fue juzgado en la cruz (Jn. 12:31; 16:11;
Col. 2:15), él mantiene todavía su elevada posición y no ha perdido sino un
poco de su poder, el cual, tanto en relación con su persona como con la
autoridad que él ejerce, es revelado por las Escrituras de la manera que
señalamos a continuación:
1. SU PODER
PERSONAL NO PUEDE SER DEL TODO ESTIMADO. De acuerdo a su propia
declaración, que por cierto Cristo no negó, él tiene poder sobre los
reinos de este mundo, los cuales, habiendo sido entregados a él, puede darlos
según
los
dictados de su propia voluntad (Lc. 4:6). Se dice que Satanás tenía el poder de
la
muerte
(He. 2:14), pero que este poder ha sido ya entregado a Cristo (Ap. 1:18).
Satanás
tenía el poder sobre la enfermedad, como en el caso de Job (Job 2:7), y pudo zarandear
a Pedro como a trigo (Lc. 22:31; 1 Co. 5:5). La Biblia también revela que Satanás
debilitaba a las gentes, hacía temblar la tierra, trastornaba los reinos, puso
el mundo como un desierto, asoló las ciudades y a sus presas nunca abrió la
cárcel (Is. 14:12-17). Contra el poder de Satanás ni aun el arcángel Miguel se
atrevió a usar juicio de maldición (Jud. 9); pero hay victoria para el Hijo de
Dios por medio del poder del Espíritu y de la sangre de Cristo Jesús (Ef. 6:
10-12; 1 Jn. 4:4; Ap. 12:11). Satanás ejerce su autoridad y poder solamente
dentro de la voluntad permisiva de Dios.
2. SATANÁS
ES AYUDADO POR DEMONIOS. El poder de Satanás aumenta por la
innumerable hueste de demonios, quienes hacen su voluntad y le sirven. Aunque
él no es omnipresente, omnipotente u omnisciente, él tiene
contacto por todo el mundo a través de los espíritus malignos.
Los
demonios juegan un papel muy importante en el control de Satanás sobre la tierra
y hacen que su poder esté presente por todas partes (Mr. 5:9). Son capaces de
morar y controlar tanto animales como hombres (Mr. 5:2-5, 11-13) y
aparentemente desean estar en cuerpos físicos (Mt. 12:43-44; Mr.5:10-12).
A veces
los demonios solamente tienen influencia sobre los hombres, y en otros casos los
poseen de manera que sus cuerpos físicos y también su lenguaje está controlado
por demonios
(Mt. 4:24; 8:16,28,33; 9:32; 12:22; Mr. 1:32; 5:15-16, 18; Lc. 8:36; Hch. 8:7; 16:16).
Al
igual que Satanás, son totalmente malvados y maliciosos y afectan de esa manera
a aquellos a quienes ellos controlan (Mt. 8:28; 10:1; Mr. 1:23; 5:3-5; 9:17-26;
Lc. 6:18; 9:39-42). En numerosos casos muestran que saben que Jesucristo es
Dios (Mt. 8:28-32; Mr. 1:23-24; Hch. 19:15; Stg. 2:19).
De la
misma manera que Satanás, los demonios están completamente enterados de que están
destinados al castigo eterno (Mt. 8:29; Lc. 8:31). Son capaces de traer desórdenes
físicos (Mt. 12:22; 17:15-18; Lc. 13:16), así como enfermedad mental (Mr. 5:2-13).
Si bien algunos desórdenes mentales pueden deberse a causas físicas, no hay duda
de que algunas formas de enfermedad mental son debidas a un control demoníaco.
La influencia demoníaca puede guiar a una falsa religión, al escepticismo y a la
incredulidad (1 Ti. 4:1-3).
El
hecho de la influencia de demonios en los cristianos es evidente (Ef. 6:12; 1
Ti. 4:1- 3). Parece haber una diferencia entre el poder y la influencia de
demonios sobre la gente no salva y aquellos que son nacidos de nuevo, debido al
hecho de que el Espíritu Santo mora en el cristiano. Mientras que los demonios
pueden tomar posesión de una persona no salva y pueden oprimir a una persona
salva, hay una diferencia en la duración y en el poder de la influencia
demoníaca sobre aquellos que han nacido de nuevo. La obra de Satanás como un
todo sería imposible si no fuera por los innumerables demonios que llevan a
cabo sus deseos, y continuamente se entabla una lucha de tremendas proporciones
entre los santos ángeles y los demonios.
PREGUNTAS
1. ¿Qué
lugar tenía Satanás originalmente en la creación de Dios?
2.
¿Cuáles son algunas de las evidencias de que Satanás fue creado como una
persona, y qué cualidades poseía antes de su caída?
3. ¿Cómo
ejercita Satanás la función de una persona? Ilustrar esto de sus tratos con Adán
y Eva, Job y Cristo.
4. ¿Cómo
se revela la personalidad de Satanás en su conflicto con los cristianos?
5.
Explicar la evidencia del gran poder de Satanás.
6. ¿Cómo
ayudan los demonios a Satanás?
7.
Ilustrar el grado de la influencia demoníaca en los hombres y hasta qué punto
puede el hombre estar controlado por demonios.
8. ¿Cómo
están relacionados los demonios con los desórdenes físicos y mentales de los hombres?
9. ¿Cómo
puede relacionarse la influencia demoníaca con las falsas religiones y las prácticas
religiosas?
10. ¿Qué
diferencia parece existir entre el poder y la influencia de los demonios sobre la
gente no salva contrastada con aquellos que son salvos?
11. ¿Cómo
el Espíritu Santo que mora en el cristiano le ayuda en su conflicto con Satanás
y los demonios?